Si me preguntas un adjetivo para el festival Por: Jonas Fierro

Nota Aclaratoria: Las opiniones aquí vertidas son responsabilidad del autor. Pueden ser cuestionadas o refutadas por los asistentes al festival, en especial los que se aventaron el combo Ska-Cumbia del domingo.
El grito emblemático de “chichis pá la banda” no cimbró el Foro Sol y las tetas de las asistentes guardaron reposo, en un ambiente frio en todo los estrictos sentidos de la palabra.
La treceava edición del Festival Vive Latino arrancó con 4 días menos uno debido a la cancelación de último minuto del ex vocalista de The smiths, Steven Patrick Morrissey.
Así que dejando atrás el balde de agua helada para los dramáticos fanáticos del vegano, el Festival Vive Latino sacó el cobre, brilló y se empañó en un ambiente en donde las ofertas para hacer desmadre o conocer nuevas tendencias de la llamada música iberoamericana, dividieron a los que pagaron cantidades altas de dinero por 3 días y casi 12 horas de chelas en vaso conmemorativo por 80$, playeras oficiales de 200$ y capas de plástico en 25$, haga usted sus cuentas para ver si ahorra para el próximo festival.
El calvario del transporte se solventa con la magnífica idea de viajar en metro. Llegar al lugar temprano, recibir tu horario y entrar al Foro Sol no sin antes tomar la foto más cursi; de espaldas al anuncio (pidiéndole a alguien el favor) que en letras neón advierte: Vive Latino 2013. La primera foto antes de dar inicio a las hostilidades.
El cartel pintaba más atractivo que cualquier festival de verano en país de primer mundo, pero “El Vive” es diferente, tiene su propia magia y sus propios rituales para la banda rockera chilanga que con el paso de muchas ediciones, se diversifica. Ya no es tan ñero para los fresas y ahora es algo fresa para los ñeros. Blur entusiasma a un sector más pudiente mientras que Los Fabulosos Cadillacs anuncian un día desmadroso y con ganas de fumar mota y tomar chela hasta caer al suelo.
Es gracioso escuchar a los asistentes (todos al ser entrevistados no muestran más que sus ganas por hacer desamadre diciendo pura jalada) decir que sólo vienen a ver a una o dos bandas. ¡No jodan! Pagar tanto por “algunos” grupos. Igual ahí todos somos raza y jodidos ¿Y se nota al pagar un boleto caro y decir que sólo vas a ver a uno o cuatro grupos? La crisis financiera en el rock no existe.
¿Cambiaste tu boleto para el viernes?
Con duda sobre si los horarios serían correctos y pensando en la chinga de no ver al grupo Enjambre (nunca supe dónde diablos tocó) Centavrvs banda de elctro-folklore abrió el viernes el escenario principal llamado Indio (por la cerveza no por otro cosa) y anunciando el aire “cumbianchero” que pulularía en todo el festival, animó bastante invitando a su padrino Camilo Lara del IMS a corroborar la nueva cumbia chilanga.
Seguido y de a rápido subieron Los Estrambóticos que de volada (tocaron 25min) sufrieron por el primer contratiempo en la cabina de sonido; aplaudiendo a los que se fueron de pinta, se salieron del trabajo o pidieron un falso permiso laboral para brincar con el terror del Vive Latino que creo que ya no es Peter punk. De nalgas banda ruidosa, le mentó la madre a Peña Nieto y hasta un rolita para su esposa entonó. Rápidos en su ejecución y con ningún punketo de pelos parados entre su público, corroboró que el punk mienta madres en pocos acordes en el escenario Unión Indio.
Los Jaiguey proyecto soft melódico de power trio comando por Poncho Figueroa ex Santa Sabina pasó sin mucha sorpresa. Hubo remembranza para Rita Guerrero no musical nada más hablada. Banda de Turistas que hace las delicias de las nuevas generaciones, consagra que el rock de hoy es más tranquilito y parece que se debe ser elegante y “fashionista” para tocarlo, mientras que el baile estilo antro de Coapa o Satélite parecía apoderarse del escenario principal con los ex consentidos de David Byrne: Los Amigos Invisibles; aburridos hasta la médula con la fórmula de siempre, hablando de nalgas y sexo al mero estilo de canción de reggaetón.
La calle o la vivencia urbana nunca dejará de hacer cantar a muchas gargantas ya sea con los cada vez menos simpáticos muñecos de Tex Tex que tocaron igual y con más ánimos de despedirse para regresar a Texcoco (siempre los mismos chistes en sus tocadas) o con el nuevo y muy esperado Juan Cirerol, que como el año pasado solo con su guitarra y su punk-cantinero le cantó a la chola y La anfetamina, recordando que el amor es corriente como cualquier tipo de droga barata que pueda uno conseguir en el festival.
El frio parecía mermar emociones, la noche entraba y ninguna banda daba sorpresas que alentaran a destrozar la garganta, saltar o emocionarse de más. Afirmándolo con las filas largas para comprar mezcal en bolsa directamente del congal de la Roma La Vulgar.
No es por demeritar a Los Auténticos Decadentes que aporreaban sus instrumentos en el escenario principal, pero en el Unión Indio una extraña mezcla entre Mars Volta y Teri Gender Bender cantante de The Butcherettes aparecían con una pachequés teatral digna de ir a fisgonear. Haciéndose nombrar Bosnian Rainbows y medio moviendo a los que se negaron a brincotear apretujados con los Decadentes, tocaron con huevos. Pachequés maciza y atractivo visual-musical que fue apreciado por algunos cuantos no tan desmadroso.
Love of a Lesbian: Sé que tengo que decir algo pero será mejor que les haga la advertencia de escucharlos bajo si propio riesgo. ¿Desangelados? pues creo que el nombre llama más la atención y que muchos despistados los confundieron con Band of Bitches (proyecto de Jonaz de Plastilina Mosh) eso pasa cuando por sexoso te acercas a ver una banda y esperas menos sexo, menos droga y mucho menos rock and roll.
Con la ilusión preparatoriana (muchos me confesaron que era su banda de la prepa) Porter banda de culto (no sé por quién o por qué) emocionaba tras un ¿regreso? De pues creo que 3 años de no tocar. Juan Son and company logró reunir a varios ex preparatorianos que ahora desempleados o en la universidad cantaron Espiral, Host of a ghost y Cuervos, celebrando que los tapatíos hayan robado el vestuario y la idea al mero estilo del teatro Fru- Fru de Irma Serrano “La Tigresa”.
Por mera curiosidad al mero estilo del “ola ke ace” y apoyo al adjetivo alcohólico, me tomé el riesgo de escuchar a los españoles Soziedad Alkoholica (¡Aci se eskrive! no era herror o vanda de eska ni del Feis) que con un cover metalero del villancico “Los peces en el rio” apresuró la retirada para la primera gran esperanza del Festival: Los Yeah Yeah Yeahs.

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